El intendente Leavy, cansado de recibir amenazas, decidió trasladarse por lo menos por un año al Regimiento 28 de Infantería Juana Azurduy. En la unidad militar residen actualmente oficiales y también algunas familias de civiles, como magistrados del Poder Judicial.

El último mensaje turbio que recibió Leavy fue en relación a su hija. Le advertían que conocían “el lugar donde está”, cuando se encontraba fuera de Tartagal, participando de un campeonato infantil de hockey.

El intendente declaró que durante el fin de semana largo “esta gente llamó a la casa de mis padres, quienes viven en Metán. La llamada fue atendida por mi hermana, pero ante la insistencia de este hombre ella accedió a comunicarlo con mi padre. A él, un hombre de 83 años, este sujeto le dijo barbaridades y le anticipó que me iba a recibir dentro de una bolsa negra. Yo estoy en política y dispuesto a soportar las presiones propias de cualquier intendente, pero este tipo de acciones mafiosas nada tiene que ver con la política”.

Leavy dijo que se reunió con el jefe dela Policía, Marcelo Lami, y con el fiscal general López Viñals. “La policía está trabajando con sus equipos informáticos para identificar el teléfono desde el que se hizo la llamada a mi padre y los dueños de los aparatos desde los que me enviaron los mensajes de texto”, informó el jefe comunal.

Además, Leavy afirmó que no es el único funcionario que está recibiendo amenazas. “La ingeniera Laura Añasgo,secretaria de Obras Públicas, también fue amenazada como varios colaboradores de mi gestión. Hicimos todas las denuncias y todavía estamos esperando que la jueza Sandra Sánchez los llame a declarar”,aseguró.