El gobernador Antonio Bonfatti presidió hoy el acto en el que Santa Fe oficializó su regreso al control de velocidad, mediante radares, en las rutas de la provincia.

En el frente de la Casa Gris se presentaron los equipos que (en sendos móviles utilitarios) adquirió la provincia para controlar los excesos en la velocidad.

Según lo anunciado, durante los primeros 15 días de su uso no habrá multas pero luego estas se aplicarán, con todo rigor, al mismo tiempo que se generalizará una campaña en los medios de comunicación.

Lo anticipó el ministro de gobierno Rubén Galassi, quien sostuvo en su discurso que lamentablemente tienen más efectos las medidas “punitivas”, léase las multas, que los buenos consejos de las campañas de educación vial para cambiar las conductas imprudentes.

Al cerrar su discurso, cuando explicaba que Santa Fe vuelve a controlar que se cumplan las velocidades máximas, dijo: “una multa se puede pagar pero una vida que se pierde no tiene precio”. Recordó que el 30% de los accidentes con resultados irreversibles tienen como causa velocidades mayores a las permiten las señales viales.

Galassi dijo que al gobernador Bonfatti el drama de alta siniestralidad por causas evitables lo preocupa desde que era ministro de Gobierno, en la gestión anterior de Hermes Binner.

Convenio

La Provincia firmó hoy un convenio de asistencia técnica con el Instituto de Estudios de Transporte (IET), de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura, de la Universidad Nacional de Rosario.

Es el apoyo académico con que ha contado la Municipalidad de esa ciudad para tomar decisiones en la materia, lo mismo que Funes y Carcarañá. El gobierno provincial cuenta ahora con su asesoramiento para fortalecer el programa de seguridad vial.

El decano de esa casa de estudios del sur, Oscar Enrique Peire, destacó que el convenio guarda relación tanto con los propósitos de enseñanza como de investigación y de extensión universitaria.

Explicó que los sistemas que empleará Santa Fe, homologados por el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (Inti), el único en condiciones de otorgar esa habilitación, requieren del desarrollo de software y que se aplican conceptos estadísticos, demográficos y otros parámetros viales para observar recurrencia y ubicación geográfica de las infracciones a la velocidad.

Precisión

Además del gobernador Bonfatti, del decano Peire y del ministro Galazzi, concurrieron al acto el vicegobernador Jorge Henn, el senador provincial por San Cristóbal Felipe Michlig, ministro de Obras Públicas de la provincia, Julio Schneider, y el secretario de Seguridad Pública, Matías Drivet y el subsecretario de la Agencia Provincial de Seguridad Vial Mariano Cuvertino, quien brindó los detalles técnicos de la modalidad de control.

El funcionario recordó que aunque existen rutas nacionales en la provincia, Santa Fe no ha delegado en la Nación el control del tránsito, con lo que subsiste esa potestad también para las vías de comunicación viales que pertenecen a la Nación.

Destacó ante una consulta que Santa Fe hoy tiene sólo dos equipos y que el objetivo es llegar a ocho. Expresó que la decisión política es que cada municipio o comuna controle la velocidad en los tramos urbanos, y eventualmente utilicen radares, pero siempre -como en los provinciales- debidamente homologados por el Inti, que los certifica periódicamente.

“Entendemos que son los gobiernos locales los que mejor conocen los problemas de tránsito que enfrentan por convivir con rutas nacionales o provinciales. Es por eso que preferimos la firma de convenios para delegarles estos controles”, dijo el subsecretario.

Cuvertino respondió además ante una pregunta que los aparatos son exactos y repitió: “no es que tienen un margen de error, dan con exactitud la velocidad a la que va un vehículo”.

En el mismo sentido, mencionó que los equipos cumplen con lo que establece tanto la ley nacional como la provincial de tránsito. Están autorizados por la Secretaría de Comercio de la Nación.

Se usan -además de Santa Fe- en las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Misiones y Salta.

Velocidad

A la hora de valuar las causas de las muertes en las rutas, hay tres aspectos que son sólo atribuibles a quien conduce: el exceso de velocidad, el consumo de alcohol y las distracciones o la fatiga.

Además de la ciudad de Santa Fe, que cuenta con un radar sobre la avenida Alem (ver aparte), otras municipalidades y comunas van en la misma dirección: pronto Rosario hará lo mismo con su avenida de Circunvalación (una tarea que está demorada porque aún no concluyeron los trabajos de Vialidad Nacional ampliación de calzada). Lo mismo tienen previsto hacer otras localidades más pequeñas como Cañada Rosquín, Las Bandurrias, Centeno y Pujato. Y hay además otras 9 localidades que realizan los primeros sondeos para firmar estos convenios.