Un inmigrante dominicano de 44 años y padre de cinco hijos que vive en Nueva Jersey (este de Estados Unidos) ganó 338 millones de dólares de la lotería Powerball el pasado sábado, uno de los pozos más grandes de la historia en el país, anunciaron el martes las autoridades.

Pedro Quezada, residente de Passaic (26 km al este de Nueva York), se presentó el lunes con el billete ganador en la agencia donde siempre juega, revolucionando la tranquilidad de esa ciudad de 70.000 habitantes de mayoría latina.

"Mi vida cambió. Soy un hombre de suerte porque siempre tengo a Dios en mi boca y presente en mi mente", dijo Quezada en español en una conferencia de prensa en la sede de la lotería de Nueva Jersey en Lawrenceville, en la que fue anunciado oficialmente como el afortunado ganador.

El dominicano, que tiene una tienda de comestibles atendida por uno de sus hijos, se llevó el multimillonario pozo al acertar los números 17, 29, 31, 52, 53 y la Powerball 31.

La posibilidad de acertar los seis números ganadores es una en 175 millones, según los organizadores.

Quezada estuvo acompañado en la conferencia de prensa por su mujer Inés y parte de su familia, y se mostró muy prudente respecto de su futuro, aunque también tuvo tiempo para bromear, asegurando, por ejemplo, que seguirá jugando a la lotería para ir en "en busca de otro (pozo) más".

"Mi vida tiene que cambiar con tanto dinero. Pero mi corazón no lo cambia", aseguró el hombre, cuyos hijos tienen entre 23 y cinco años, y que además es abuelo de una niña.

Este humilde inmigrante que llegó a Estados Unidos con 19 años dijo que ya se está asesorando para ver qué hace con tanto dinero y no ocultó sentirse inseguro ante su nueva condición de millonario.

"Directamente fui a la caja de un banco. Uno tiene que estar esquivando algunas personas porque no son buenas", afirmó en referencia a lo que hizo con el ticket una vez que supo que era el ganador.

La cifra final que recibirá Quezada será de entre 152 y 221 millones de dólares, tras el descuento de los impuestos federales y estatales, según Powerball.

Quezada contó que juega a la lotería "dos o tres veces por semana" en la tienda Eagle Liquors del barrio popular en el que vive en Passaic.

Vecinos del barrio se refirieron a su familia como "gente muy trabajadora", según medios locales.

"Me alegro por lo menos que alguien del área ésta salga pegado, ya salió de pobre", señaló en ese sentido Nino Vásquez en declaraciones a la televisión.

Quezada afirmó que piensa colaborar con su comunidad: "No sé cómo lo voy a hacer, pero sí pienso ayudar un poco a aquel que lo necesite", sostuvo.

Antes de que la fortuna golpease a su puerta, los Quezada habían tenido su cuota de desgracias, con un incendio en la tienda el año pasado y un robo en su apartamento dos años atrás, de acuerdo con declaraciones de amigos y vecinos.

En noviembre pasado, la lotería Powerball otorgó el mayor pozo de su historia y el segundo mayor en Estados Unidos, de 587,5 millones de dólares, que fue repartido entre dos ganadores, en Arizona (suroeste) y Misuri (medio oeste).

El premio récord de la historia de la lotería estadounidense, de 640 millones de dólares, fue repartido entre tres jugadores en marzo de 2012.

A los afortunados se les da la opción de cobrar todo en una sola suma o extender los pagos en pequeñas cantidades a lo largo de varios años.