El gobernador Antonio Bonfatti, encabezó ayer en la ciudad de Rosario una nueva reunión del Consejo para la Seguridad Provincial, en la que se analizaron las intimidaciones al ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, y al juez de Instrucción, Juan Carlos Vienna.

En las diferentes intervenciones, los integrantes del organismo coincidieron en expresar su “enérgico repudio” a las amenazas, y plasmaron su “solidaridad” con los involucrados.

Del acto, realizado en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, participaron también, el ministro Lamberto; su pares de Educación, Claudia Balagué, y de Desarrollo Social, Mónica Bifarello; la intendenta local, Mónica Fein; el jefe de la Unidad Regional II, Luis Bruschi; legisladores naciones y provinciales, concejales, y miembros de entidades intermedias, entre otras autoridades.

En la oportunidad, Bonfatti manifestó que las amenazas reflejan una “gravedad institucional, porque lo que están en juego, más que las personas, son las instituciones”.

“Los convocamos para informarles sobre lo que se está haciendo, y escucharlos a ustedes; queremos terminar de una vez por todas con los violentos, que es la intención que nos reúne a todos”, dijo el gobernador.

“ESTAMOS AFECTANDO INTERESES”

Luego de hacer un rápido repaso de los avances de la gestión provincial en materia de seguridad, Lamberto se refirió a las amenazas al señalar: “Son hechos graves, productos de los intereses que estamos afectando”.

“Necesitamos no quedarnos a mitad de camino de esta investigación, porque involucra hechos de una gravedad extrema, violencia, muerte, afectando la convivencia, en particular de determinados barrios”, afirmó el ministro.

CENTROS ÚNICOS DE DENUNCIAS

En su intervención, el titular de la cartera de Seguridad marcó la importancia de “contar con una policía de investigación”, al tiempo que anunció la creación de los Centros Únicos de Denuncias (7 en Rosario, y 4 en Santa Fe), y valoró el accionar de las fuerzas de seguridad.

Sobre este tema, Lamberto expresó: “Quiero hacer un reconocimiento, porque este proceso difícil y complejo, es posible porque hay un cuerpo de policías que comparte los objetivos planteados por este Consejo. Me parece importante resaltar este compromiso moral”.

“La seguridad o la inseguridad no deben ser un rédito político, es un flagelo que nos afecta a todos, con el que nadie sale ganando, todos perdemos cuando la sociedad está sometida por bandas y por la narcocriminalidad”, concluyó el ministro.