Un día después que las acciones de YPF se desplomaran 10% en la bolsa local empujadas por los rumores de nacionalización de la petrolera, las mismas versiones llevaron a que, del otro lado del Atlántico, los títulos de Repsol también siguieran el mismo camino en España, con una baja ayer de casi el 3% en su cotización. Así, la principal accionista de la compañía que comanda la familia Eskenazi también se vio perjudicada en varios millones de euros por los rumores locales que hablan de una renacionalización de YPF y que suenan cada vez con mayor fuerza en varios despachos del Gobierno.

La estrepitosa caída en la capitalización de la compañía llevó a que Antonio Brufau, máximo referente de Repsol y presidente de YPF, decidiera adelantar un viaje que ya tenía previsto a la Argentina. Allegados a la compañía ibérica aseguraron a El Cronista que el timonel de Repsol viajará al país antes de que termine la semana e intentará reunirse con la presidenta Cristina Fernández este viernes. No sólo será un acto de presencia: fuentes cercanas al empresario sostuvieron que le prometerá a la primera mandataria mayores inversiones en exploración y, en especial, en producción de hidrocarburos para aumentar la oferta de crudo y gas local. A cambio, se comprometerá a reducir los dividendos que Repsol retira de YPF.

En España confían en que esa propuesta desactivará cualquier embestida sobre la empresa. Sucede que por el acuerdo entre Repsol y la familia Eskenazi, que contó con el refrendo del ex presidente Néstor Kirchner, YPF (la mayor compañía del país), distribuye un 90% de sus utilidades algo que reduce su capacidad de inversión a partir de fondos propios.

En la vereda de enfrente, el déficit comercial del sector energético arrojó en 2011 un incremento de un 110%. En la primera aparición pública tras su licencia, la presidenta Cristina Fernández se hizo eco de ese porcentaje, y criticó la falta de inversión petrolera. Y alineó en su diatriba a los gobernadores de provincias productoras.

Repsol posee 58% de las acciones de YPF, y los Eskenazi otro 25% desde 2008, cuando ingresaron con un porcentaje menor en una operación que fue financiada por la petrolera española que, para cobrar, recibe de parte de los empresarios argentinos los dividendos de YPF.

El Estado tiene una participación ínfima en YPF, pero controla la acción de oro. Además, su representante en el directorio es nada menos que Roberto Baratta, subsecretario de Coordinación del Ministerio de Planificación y mano derecha del ministro Julio De Vido. Otro 17,1% flota en el mercado.

En el Gobierno barajan tres opciones. Una corriente quiere acordar una salida monetaria de Repsol y su reemplazo por el Estado. Otros prefieren el modelo de Aerolíneas Argentinas y Marsans, para que la reestatización siga el camino del Congreso y sea finalmente una expropiación. La tercera línea, en tanto, quiere que la empresa aumente sus inversiones en el país.

Ayer, no sólo las acciones de Repsol se vieron afectadas por estos rumores. Según consigna el diario españolExpansión, también los ADRs de Repsol en Nueva York llegaron a desplomarse un 14%, con un volumen de negociación que multiplicó por ocho la media anual. Al final, la caída llegó al 10%.

Andrés Sanguinetti y Pablo Fernández Blanco - El Cronista