Lopes era editor de la web Vassourasnanet.net. Desde allí denunciaba a jueces, policías y políticos, y debido a sus investigaciones  ya había sido víctima de un atentado en julio de 2011 en el que casi perdió la vida. El miércoles 9 de febrero fue secuestrado junto a su pareja, Maria Aparecide Guimarães. Estaban en su casa cuando se los llevaron. La policía los encontró el jueves 10 en una calle en Barra do Piraí, en el estado de Río de Janeiro. Fueron acribillados.

Según difundió el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), el brasileño acusó a funcionarios de corrupción en varias oportunidades. En su artículo más reciente, colgado en su sitio web, denunció a "jueces y tribunales locales de ser corruptos y demasiados poderosos".

El periodista ya había sufrido un intento de asesinato el año pasado. En julio, un hombre armado no identificado entró en la sala de redacción de su portal, en la ciudad de Vassouras, y le disparó cinco tiros en la cabeza. Luego de estar en coma durante tres días, Randolfo se recuperó y por cuestiones de seguridad decidió mudarse a Barra do Piraí donde no dejó de trabajar en su sitio web. "Ofrecemos nuestras condolencias a la familia y los amigos de Mario Randolfo Marques Lopes y Maria Aparecide Guimarães" afirmó Carlos Lauría, coordinador del programa de las Américas del CPJ. "Las autoridades brasileñas deben investigar este crimen en forma exhaustiva y enjuiciar a los responsables".

La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) también condenó el asesinato e instó a las autoridades a "investigar de manera expedita y profunda" para llevar a los responsables ante la Justicia. El presidente de la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Gustavo Mohme, expresó su "condena" por el asesinato del periodista y pidió a las autoridades brasileñas que se "investigue con transparencia y agilidad el asesinato de Lopes" para que "se puedan deslindar responsabilidades".