La Comisión Interna de Lechería de la Federación Agraria Argentina se reunía en Rosario para programar las protestas a causa de la falta de ajuste de los precios por litro que se le pagan a los tamberos.
Pasó un encuentro entre la industria, la producción y el Gobierno donde se explicitó la falta de voluntad de subir los precios a partir del mes de enero  y lejos del 15 por ciento mínimo que se reclamaba, para proponer una espera hasta la liquidación de la leche de marzo y a un ocho por ciento; y así se originó esta medida de la cual se conocerá hoy la fecha exacta de inicio.
"Al no haber respuestas de ningún tipo tenemos que avanzar con acciones" dijo Guillermo Giannasi, vicepresidente de FAA y referente del sector, que encabezó ayer con Eduardo Buzzi el encuentro en la filial central de la entidad.
Se supone que la medida de fuerza estaría entre los días 12 y 15 de marzo, sin embargo, cabrá la previa consulta a la Mesa Nacional de Productores de Leche, el miércoles 7, sobre el parecer de las acciones, las posibilidades de sumar efectivamente al  resto de las entidades y avanzar en un reclamo concreto, cuya metodología será resuelta por el Comité Ejecutivo de CRA, manejándose opciones como el del reparto de leche frente a los supermercados, o incluso ciertas marchas en algunas ciudades.
La idea de protesta por el retraso en la cotización del litro pagado al productor, tristemente es una actividad más de los tamberos, ya que al no existir un sistema de ajuste que fluctúe con la inflación, e incluso con las autorizaciones de suba de precios al consumo, la tarea lechera registra siempre un retraso, de difícil reconocimiento por parte de las industrias, pero más aún del Gobierno.
Fue antes de las elecciones internas del año pasado que había comenzado una movida tambera tendiente a generar una acción similar, llegando luego de las asambleas de Vila, Nuevo Torino y Rafaela, a un encuentro nacional en San Francisco, donde la tibieza de ciertas decisiones tendientes a la espera, hicieron que se disuelva el cúmulo del conflicto, por no intentar interferir con un reclamo justo en medio de un tiempo de comicios, que sinceramente en nada iban a cambiar el rumbo de la historia, tanto a nivel de resultado político, como de éxito tambero, ya que la definición del Estado es no avanzar en una suba a los productores, para no tener que contener el desarreglo de precios por escalada que repercutirían más aún en la cadena. Sin embargo, siempre hay cierta disponibilidad para apreciar los productos al consumo, lo cual sucedió días atrás con un rango de hasta el 18 por ciento en la planchada de fábrica, con beneficios para empresas, comercializadores y lejos de generar beneficio alguno en el consumo o la producción.
"El vaso se rebalsó, a pesar que nosotros hicimos todo lo que pudimos, pidiendo audiencias a los ministros, a la Presidenta; y no logramos ser entendidos en una situación que se está complicando", remarcó Giannasi.
Es remarcable que la gestión de audiencias por mejoras de precio se intensificó en julio pasado; y que incluso el entonces Ministro de Agricultura, Julián Domínguez, en el inicio de agosto durante la 104º ExpoRural de Rafaela, reconocía el reclamo y daba su palabra para un encuentro ampliado que jamás sucedió; y que heredó en irresponsabilidad el actual titular de la cartera Norberto Yauhar, que toma similar actitud en cuanto a los temas de sequía con compromiso en palabras, fotos coloridas, pero nada de acción concreta a la hora de tender la mano a quienes, en definitiva les deben explicaciones, que son los ciudadanos.
El dirigente federado recordó el atinado pedido conjunto, con los "tamberos K" de una suba de al menos 15 por ciento a partir de la leche entregada en enero, lo cual fue negado por el Gobierno con una posibilidad de charlar una suba de ocho puntos a partir de marzo. Esta unión inédita en tres años, no estaría ligada a la protesta, sin embargo, ambas partes coinciden en las necesidades de los productores, ya que el escape de los costos, por cotización del dólar y por la inflación nacional relegan la competitividad del negocio lechero en su inicio.

Fuente: La Opinion de Rafaela