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MALVINAS

1 de abril de 2012

La soberanía económica, el reclamo detrás de las Islas

El control del archipiélago le valdría a la Argentina convertirse en la tercera potencia petrolera de América Latina. El analista Aymeric Chauprade afirmó que con una nueva política en el Atlántico Sur se recuperarán las Malvinas

 

Aunque en intentos anteriores los resultados no fueron positivos, previsiones privadas estiman que en la zona de las Malvinas hay reservas submarinas de petróleo por cientos de millones de barriles; una de las mejores quince perspectivas en alta mar para 2012, según Morgan Stanley.

 

La expectativa en torno al "oro negro", depositado en las cuatro cuencas del archipiélago, redefinieron el debate en torno a la soberanía que Argentina reclama desde la ocupación británica, en 1833, y que fue reimpulsado por el gobierno de Cristina Kirchner a inicios de año.

 

En la nueva escalada diplomática contra el Rieno Unido, el pedido argentino de diálogo y de cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas está acompañado por la denuncia de depredación de riquezas naturales en el Atlántico Sur, entre ellas, el petróleo.

 

El experto francés en geopolítica Aymeric Chauprade (foto) afirmó en una disertación en el Centro Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI) que "hay nuevos intereses en juego en la soberanía marítima, como los hidrocarburos".

 

En efecto, en la actualidad, el mundo emplea 85 millones de crudo por día. La cifra aumentará a 100 millones en 2030. Y las mayores reservas se encuentran bajo el mar: 20% de crudo y 30% de gas. "Tres de cada diez barriles se bombean off shore", indicó el académico de la Universidad de la Sorbona.

 

En el mapa mundial de producción petrolera, América Latina representa el 17,3% de las reservas comprobadas. "Si Argentina lograra su soberanía sobre las Islas Malvinas, sus reservas se multiplicarían. Produciría 100 millones de barriles y se convertiría en la tercera potencia latinoamericana", señaló Chauprade.

 

Explicó que en el marco regional, ese petróleo sería beneficioso, pues la producción petrolera en Sudamérica cayó un 18% en los últimos años, según estimaciones delMercosur.

 

En su opinión, el gobierno argentino debe replantear el camino en el reclamo de la soberanía. Propone que, en primera instancia, evalúe sus potencialidades y defina una nueva política estratégica en el Atlántico Sur.

 

"Debemos preguntarnos quién va a dominarlo", consideró el experto galo. "Brasil ya respondió ese interrogante. En septiembre de 2010 reafirmó sus derechos sobre la plataforma continental. La convirtió en una política de Estado que responde a tres intereses: transformarse en la potencia principal y contener la expansión de la OTAN hacia el hemisferio sur; mejorar el intercambio con África; y asegurar la enorme riqueza del espacio off shorePetrobras es una de las exportadoras de crudo más importante y el 90% de su producción viene del mar", detalló.

 

Chauprade afirmó que "si Argentina redefine su posición geopolítica, podría transformarse en uno de los actores del futuro". "El país tiene potencialidades como su riqueza mineral y productiva, la extensión territorial y el número de población", agregó.

 

Para ello, manifestó, es necesario que en el debate se aporte una mirada sobre la defensa nacional. "Sería útil que el Ejército participe. Sé lo que pasó en el país -en referencia a la dictadura militar-, pero los traumas de la historia les plantean a los argentinos problemas sobre cómo redefinirse ellos mismos con relación al poder", dijo.

 

El beneficio de ampliar la presencia en el Atlántico Sur será el de colocarse en una posición de equilibrio con las potencias. En mundo multipolar, esa cuota de poder le permitiría a la Argentina entablar relaciones bilaterales entre iguales. "Debe apuntar principalmente a Rusia, que puede ayudarla a negociar la soberanía", sostuvo el director de la Revista Francesa de Geopolítica.

 

"Las Islas Malvinas son argentinas y van a ser recuperadas por los argentinos. Es sólo una cuestión de tiempo. Pero sucederá como consecuencia de que defina su estrategia en el nuevo escenario mundial y logre convertirse en un país poderoso", opinó.

 

"Los ingleses no se sientan a hablar con otros por hacer favores. Ellos sólo respetan a los poderosos", sentenció Chauprade. "Ya es hora de que Argentina defienda su potencialidad de poder. Y lo primero que debe hacer es definir sus intereses marítimos", señaló.

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