Argentina logró lo que no pudo hacer en los últimos cuatro Mundiales. El equipo de Alejandro Sabella pasó la barrera de los cuartos de final y consiguió su boleto a una semifinal después de 24 años. El triunfo ante Bélgica con el gol de Gonzalo Higuaín le permitió dar un paso histórico luego de tanto tiempo de sufrimiento acumulado.

Después de la final perdida ante Alemania en Italia 90', nada fue igual para los albicelestes. Aquel Mundial en el que Sergio Goycochea se convirtió en héroe, fue el último en el que el conjunto nacional pudo superar el quinto partido. Desde aquel certamen hasta ayer, siempre había sido eliminado en esa instancia o antes.

En Estados Unidos 94,' la tragedia que provocó el doping positivo de Diego Maradona terminó con el sueño que había despertado el combinado conducido por Alfio Basile. Tras un arrollador debut ante Grecia (4-0) y una notable demostración de carácter frente a Nigeria (2-1), los de "Coco" se desvanecieron cuando la FIFA notificó la exclusión de su capitán. A pesar de contar con grandes figuras como Caniggia, Batistuta, Redondo, Ruggeri ó Simeone, el golpe anímico sentenció el destino de los argentinos.

Una derrota ante Bulgaria (todavía por la fase de grupos) y una despedida con Rumania (3 a 2 en los octavos de final) terminaron con las esperanzas de un plantel que se animaba a postularse como serio candidato.

En la última edición del Siglo XX, con Daniel Passarella a cargo de las convocatorias, los sudamericanos comenzaron su incursión por Francia a paso firme. Las victorias ante Japón (1-0), Jamaica (5-0) y Croacia (1-0) llevaron al conjunto del "Kaiser" a enfrentar a Inglaterra en los octavos de final. Tras igualar 2 a 2 en los 120 minutos de juego, la extraordinaria tarea de Carlos Roa fue la llave para que Argentina siga en carrera a través de los penales y elimine a su clásico rival. Sin embargo, un irresponsable cabezazo de Ariel Ortega y un incisivo Dennis Bergkamp hicieron que Holanda se convierta en el cierre de un ciclo, que entre sus logros más destacados contaba con la Medalla de Plata de los Juegos Olímpicos de Atlante '96.

El 2002 fue el año de la decepción más grande para los argentinos. El equipo que dirigía Marcelo Bielsa había llegado a Asia como principal aspirante a la corona, pero la fortuna no le jugó una buena pasada: del mismo modo que la desgracia del '58, los del "Loco" ni siquiera consiguieron pasar la fase de grupos. El triunfo ante Nigeria (1-0) no fue suficiente para cumplir con las expectativas que generaba el líder del ránking FIFA. Una caída con Inglaterra (1-0) y un empate con Suecia (1-1) sellaron el fracaso más doloroso de los últimos tiempos.

Por su parte, el ciclo de José Pekerman también despertó el sueño albiceleste, ya que tenía entre sus protagonistas a una camada de jugadores que habían sido formados por el propio entrenador en las exitosas categorías menores. Riquelme, Cambiasso, Saviola, Mascherano, Tevez, Aimar y Milito fueron algunos de los nombres que estuvieron en Alemania 2006.

Argentina dejó atrás la fase grupos con dos triunfos y un empate. Le ganó a México en los octavos de final con un agónico gol de Maximiliano Rodríguez y se cruzó con el anfitrión en cuartos. Los se quedaron con la serie de penales después de empatar 1 a 1.

En la última Copa del Mundo, la Selección volvió a sufrir potencia de los germanos. El equipo de Diego Maradona fue vapuleado con un contundente 4 a 0 y se volvió a casa con la humillación a sus espaldas.

Este sábado, el equipo de Sabella rompió la maldición de los cuartos de final. Esa barrera que parecía imposible pasar. La Selección de "Pachorra" está entre los cuatro mejores equipos del mundo, y sueña con llegar a la final, a ese lugar privilegiado en el que estuvo por última vez en Italia 90'. Además, la historia juega a favor de los criollos, dado que los sudamericanos nunca han jugado el encuentro por el tercer puesto, es decir que todos los compromisos que han tenido en semifinales los han superado para llegar al duelo decisivo. Esta vez, el Maracanazo lo quieren dar los argentinos.