"Llamamos al Gobierno egipcio a levantar esas restricciones inmediatamente y a autorizar a esta gente a regresar a su país lo más pronto posible", declaró el jueves en Washington la vocera de la diplomacia estadounidense Victoria Nuland.

Los cuatro estadounidenses pertenecen al International Republican Institute (IRI), una organización que llegó a El Cairo para evaluar el actual proceso de transición, tras la caída del régimen de Hosni Mubarak.

Entre los que no pueden salir del país está Sam LaHood, director en Egipto del IRI e hijo del secretario estadounidense para Transportes, Ray LaHood.

Los jueces encargados de la investigación han acusado a estas cuatro personas de realizar actividades para una ONG que no está registrada y de estar pagadas por ella, cargos que podrían llevar a un máximo de cinco años de cárcel, según informa la misma agencia. Un activista egipcio, que ha pedido mantener el anonimato, ha explicado que en los últimos días las autoridades impidieron a Lahood tomar un vuelo con destino a los Estados Unidos en el aeropuerto de El Cairo.

Otros seis miembros de otra ONG estadounidense, la National Democratic Institute (NDI), también han recibido la misma prohibición. De ellos, tres son ciudadanos de los Estados Unidos.

Ninguno de los diez activistas que en total no puede salir del país está detenido o le ha sido confiscado el pasaporte.

Este caso aumenta las tensiones diplomáticas entre las autoridades estadounidenses y las de Egipto, después de que en enero el Gobierno de Barack Obama tildase de "inaceptables" los registros que realizaron autoridades egipcias.

La Fiscalía de Egipto reaccionó e inspeccionó los locales de 17 ONG de derechos humanos, entre ellas, dos estadounidenses, en busca de documentos que confirmaran su financiación exterior y se incautó de documentación y diversos equipos técnicos.

La tensión diplomática provocó que los Estados Unidos, histórico aliado de Egipto en la región y que aporta al país árabe 1,3 millones de dólares en ayuda militar, llegaran a insinuar que podría revisar esta ayuda si los ataques contra las ONG continuaban.