Una vez más los principales funcionarios del Ministerio de Seguridad de la provincia fueron amenazados de muerte a través de mensajes de texto, aunque ahora también hubo una clara intimidación contra un automóvil oficial que circulaba por la autopista. Ambas situaciones fueron denunciadas ante el Ministerio Público de la Acusación, y tendrían relación directa con los últimos allanamientos a viviendas que pertenecerían a una banda de narcotraficantes rosarinos.

Una fuente judicial dejó trascender a Diario UNO que detrás de estas intrigas puede “está” algún sector policial ligado al mundo del delito. La hipótesis se asienta en que los SMS que recibieron el ministro Raúl Lamberto y el secretario de Seguridad, Matías Drivet, contenían información muy precisa sobre los vehículos que usan ellos y la repartición, desde los modelos hasta los números de las chapa patente.
Estas advertencias mafiosas a autoridades políticas y jefes policiales se produjeron apenas un par de horas después de que la Justicia provincial descubriera dos túneles que comunicaban viviendas y descampados en Villa La Granada, Rosario, y que eran habitadas por personas cercanas a la familia Cantero, los líderes de la banda Los Monos. De hecho, los mensajes exigen que se corte la pesquisa contra el clan.

Se presume que esos ductos servían como canal de escape ante un operativo de las fuerzas de seguridad, para guardar armas o drogas. Incluso, uno de los túneles desembocaba a una caballeriza, donde había unos 20 equinos, algunos de pura sangre. “Varios de estos animales corrían en hipódromos importantes de la Argentina”, fue lo que dijo luego del descubrimiento el jefe de la División Judicial de la URII, Cristian Romero.

La aparente respuesta de los violentos no se hizo esperar, a través de dos acciones. La primera, el martes a las tres de la mañana directores provinciales del Ministerio de Seguridad vivieron momentos de mucha tensión mientras viajaban en un auto oficial –con chofer y sin custodia– por la autopista Santa Fe-Rosario para unirse a la comitiva oficial que se dirigiría horas más tarde a la ciudad de Buenos Aires para entrevistar con la ministra de Seguridad de la Nación, María Cecilia Rodríguez.

El vehículo estaba asignado al secretario de Seguridad, Matías Drivet, quien a último momento y por razones personales había optado por no viajar a Capital Federal. Entre las localidades de Arocena y Coronda, durante unos 10 minutos, un automóvil Volkswagen Bora oscuro y con vidrios polarizados comenzó a seguirlos desde corta distancia. En un momento dado, se puso a la par del auto del gobierno y comenzó a hacer maniobras peligrosas.

La situación fue bastante difícil hasta que los ocupantes del Bora tomaron por un camino lateral de la autopista y desaparecieron en la oscuridad. Ese hecho y un par de amenazas que realizaron a Matías Drivet fue denunciado por el propio secretario anteayer en la ciudad de Santa Fe, frente el fiscal en turno Sergio Alvira. No obstante ello, el ministerio investigó la patente del vehículo en cuestión y allí se detectó que no se correspondía el dominio con el vehículo de la marca Volkswagen.

La segunda acción para amedrentar a las autoridades del gobierno provincial –no conforme con lo anterior– fue enviar un par de SMS al teléfono celular del ministro del área, Raúl Lamberto. Entre otras cosas, pusieron frases como “cortala viejo. estan arbertido (sic)” y que “vajo tierra (sic)” sólo van a encontrar sus propios cuerpos y los de policías que llevan adelante las investigaciones contra redes narcos en la ciudad de Rosario. Esta “advertencia” fue denunciada ayer ante el fiscal regional de Rosario, Jorge Baclini.

Es obvio que tamaña intimidación, de dejar de buscar bajo la tierra, está vinculada a los dos túneles encontrados en las últimas horas en el barrio La Granada. Asimismo, en ese mensaje presuntamente de la banda Los Monos se adjudicaron las “14” balas contra la casa del gobernador Antonio Bonfatti y las “14” balas que mataron a fines del año pasado a un empresario rosarino sospechado de ser un jefe narco, Luis Medina, y de su joven pareja.

En contacto con Diario UNO el representante del Ministerio Público de la Acusación dijo que para este tipo de casos lo primero que se hace es chequear las líneas de los teléfonos celulares y así determinar desde dónde partieron las intimidaciones, por eso optó por no adelantar cuáles son sus sospechas. Sin embargo, una fuente tribunalicia remarcó que lo ocurrido es “una muestra más de cómo operan narcotraficantes y narcopolicías”.

La posibilidad de que policías santafesinos estén íntimamente involucrados a lo que sucedió dejó de ser una suposición para convertirse en una certeza para algunos investigadores. En ese sentido, el nivel de precisión de las amenazas y la información con la que cuentan parecen corroborar las suposiciones que se tejieron sobre quienes –además– integran la banda de Los Monos.