Los hermanos Martín y Cristian Lanatta, condenados por el triple crimen de General Rodríguez, se fugaron esta madrugada de la cárcel de máxima seguridad ubicada en la localidad bonaerense de General Alvear; y el fiscal Cristian Citterio ya pidió su captura internacional.

Los hermanos Lanatta y Víctor Schillaci Bonini (también detenido por la causa de la efedrina) se fugaron del penal luego de maniatar a dos guardias penitenciarios en el sector de sanidad, por lo que salieron por una puerta.

Los delincuentes robaron un viejo auto Fiat 128 (patente UVH 333) de un empleado del Servicio Penitenciario Bonaerense para lograr la escapatoria, aunque también habría participado de la logística una camioneta 4x4 negra.

Para evitar que el pequeño auto recibiera disparos desde el interior del penal en la escapatoria, los condenados se llevaron de rehén a un guardiacárcel al cual dejaron en libertad poco minutos después cerca de la cárcel.

Los primeros datos, publicados en el portal periodístico local AlvearYa.com, indican que los tres sujetos habrían exhibido armas aunque no se descarta que hayan sido réplicas, ya que en el auto robado y luego abandonado, se encontró un arma de juguete.

Los hermanos Lanatta y Bonini eran intensamente buscados por más de cien efectivos entre Policía Comunal, DDI Local, Patrulla Rural y Servicio Penitenciario; el rastrillaje era realizado en Villa Belgrano, lugar donde quedó abandonado el automóvil.

Los Lanatta estaban condenados a prisión perpetua por el Triple Crimen de General Rodríguez (en el marco del tráfico de efedrina) en que murieron Sebastián Forza y sus dos socios, Leopoldo Bina Damián Ferrón, en 2008.

Martín Lanatta reapareció con fuerza en los medios en el último trama de la campaña electoral de este año al vincular al ex jefe de Gabinete y ex candidato a gobernador bonaerense, Aníbal Fernández, como autor ideológico en el caso.

La fuga ocurrió poco después de las 2 de la madrugada cuando los internos maniataron a los guardias penitenciarios y abandonaron la Unidad Penal 30, dependiente del Servicio Penitenciario Bonaerense.

La cárcel -inaugurada en abril de 2000- es de máxima seguridad y está ubicada en la localidad distante a unos 245 kilómetros al suroeste de la Capital Federal.