POLICIALES
22 de julio de 2014
Policías de Misiones mataron a golpes a un hombre que no pagó un whisky
Tremendo caso de brutalidad institucional. Los oficiales lo detuvieron en un motel y le pegaron hasta dejarlo sin vida. Las marcas en el cuerpo y el encubrimiento.
Un hombre de 33 años, que tras protagonizar un incidente en un motel era trasladado bajo arresto a una comisaría, murió al parecer por los golpes que recibió en el patrullero a manos de policías, tras lo cual tres jefes y seis subalternos fueron pasados a disponibilidad.
Los desplazamientos se produjeron en el marco de la investigación por el fallecimiento de Carlos Raúl Girula. El hombre había sido detenido alrededor de las 3:30 del sábado en el interior de un motel de Posadas tras haber protagonizado incidentes, según lo denunciado por el responsable del lugar.
Una patrulla de la comisaría 13 se presentó en el alojamiento "Park-Motel", ubicado en la intersección de las avenidas Santa Catalina y Andresito, alertada por el encargado y arrestó al hombre de 33 años, que había llegado a bordo de un Renault 19. De acuerdo con las mismas fuentes, el detenido habría reaccionado ante una serie de requisitorias del encargado y ante el cariz que había adquirido la discusión, decidió dar cuenta de la situación a la policía que trasladó a Girula a la comisaría de la jurisdicción.
El detenido fue introducido en un patrullero y, cuando los policías intentaron que descendiera en la sede policial, notaron que había fallecido, al parecer como consecuencia de una grave golpiza que recibió durante el procedimiento. Un informe médico habría revelado que la víctima presentaba al menos dos costillas fracturadas, producto de golpes de puños, con perforación de uno de los pulmones, lo que habría ocasionado su deceso a raíz una hemorragia interna.
Macabras marcas. El médico forense que realizó la autopsia constató al menos seis fuertes golpes en la cabeza y el tórax. Sobre el pecho de Guirula hallaron la huella completa de un borceguí y también había marcas de arrastre post mortem. Además, desapareció su billetera.
El caso derivó en una investigación dispuesta por el juez de instrucción de turno, en tanto que desde la cúpula de la fuerza policial se dispuso el pase a disponibilidad del jefe de la Unidad Regional I - Posadas; del Comando Radioeléctrico de Posadas y del jefe de la comisaría 13.
Además, fueron separados de sus funciones de una oficial, dos suboficiales y tres agentes que habrían realizado el procedimiento en el que Girula fue detenido y posteriormente falleció. Por disposición del juez de la causa, los seis fueron detenidos en forma preventiva.
Encubridores. La Justicia también avanza en un posible encubrimiento del crimen. Es que en el patio de la comisaría, el cuerpo fue bajado de la camioneta y arrastrado para ser lavado. Luego buscaron también con agua borrar el reguero de sangre que quedó dentro del rodado y acomodar el cadáver al lado del patrullero hasta la llegada del juez de turno.
El lugar donde fue depositado el cuerpo no correspondía al movimiento que debieron realizar los policías para bajarlo. La tapa de la caja debió ser abierta y a Girula lo habrían arrastrado hasta dejarlo en el suelo para buscar reanimarlo. Pero a simple vista, como fue depositado no debió ser abierta la tapa.
Según informó Territorio Digital, el albañil fue víctima de un "homicidio calificado con alevosía", que habría sido asesinado a golpes. Girula fue literalmente molido a golpes hasta fallecer por la presión del hundimiento del tórax, la rotura de costillas y la perforación de los pulmones. La golpiza fue propinada a un hombre indefenso, esposado y tendido boca abajo.
El sábado por la noche, las pruebas de luminol fueron contundentes: sangre y huellas de arrastre en la caja y en la tapa de la Hilux. Pero también un hilo de sangre en el patio, y manchas donde se presume fue lavado el rostro de Girula.
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